En enero de 2023, como tercer libro de 2022, Insensata publica ‘Niña Vieja’, un poemario ilustrado escrito a seis manos por Isis Carratalá, Lina Álvarez y Sahida Hamido. Ha sido ilustrado en su sobrecubierta por Mari Fouz y en su interior por la propia Lina Álvarez. Han colaborado con un prólogo la profesora y destacada investigadora feminista Ana de Miguel Álvarez, y con un post-scriptum Alberto Soteres González, quien fuera director general de Save the Children en España.
Ellas mismas se identifican para el libro como «la negra», «la blanca» y «la mora», introduciendo en el subtítulo de su propuesta el matiz multicultural que siempre, en cualquier circunstancia, nos sugiere una brújula para orientarnos en el rico mapa de las sociedades humanas pero que, en este caso concreto, nos subraya que la violencia sexual atraviesa todas las culturas, se ejerce por hombres con todas las tonalidades de piel, y se sufre por niños, niñas y mujeres de cualquier procedencia étnica, geográfica o social.
Porque sí, de esto tratan los poemas de ‘Niña Vieja’, del abuso sexual infantil a niñas que luego serán mujeres victimizadas, destacando que la violencia masculina hacia las mujeres es poliédrica y se cierne sobre el bienestar de las mujeres de variadas formas, en todos los contextos personales y sociales, y a lo largo de cualquier franja del recorrido existencial y vital. También que, a las mujeres victimizadas siendo «niñas prematuramente envejecidas en la tragedia», les acompaña y afecta durante toda sus vidas esa violencia ejercida por hombres, implicando distintos procesos de victimización, recuperación y resiliencia.
El poemario es un testimonio multicultural sobre el abuso sexual infantil ejercido por hombres y relatado por mujeres que lo han padecido. En este sentido, la propuesta de las autoras, editada por Insensata, marca un hito original e insólito en el panorama literario en lengua española. Hasta donde conocemos, es la primera vez que tres mujeres con raíces culturales diversas se unen en la poesía para encontrar una voz única, pero conjugada de maneras particulares, que vierta en la sociedad experiencias personales con la violencia, contra la violencia.
Destaca así mismo el libro de Carratalá, Álvaraz y Hamido en inscribir el abuso sexual, desde la experiencia personal, en su contexto social, contexto patriarcal de permisividad, incluso que parece perenne, inmune al paso del tiempo. Recurriendo a citas textuales de obras literarias antiguas y contemporáneas, de declaraciones de personajes públicos, de escenas cinematográficas, e incluso del literal de sentencias judiciales, los poemas, en su semántica personal, están intercalados con la semántica de una sociedad que ha ido evolucionando y desarrollándose en muchos ámbitos sólo para demostrarnos que hay elementos constituyentes que nunca termina de pasar, esperemos que como parásitos de la mente colectiva y no como uno de sus ingredientes genéticos: el patriarcado y su concepción supremacista de la violencia masculina en una de las vigas, esperemos que no la maestra, del andamiaje estructural de una cultura condescendiente, cuando no facilitadora o promotora, del abuso sexual sobre la mujer.