Insensata es una iniciativa sin ánimo de lucro. No pretende ganar dinero con la venta de libros.
Puesto que Insensata no dispone de un fondo de capital donado a priori para editar libros (en cuyo caso, se hubiera constituido como una Fundación), se ha establecido con una economía suficiente aportada por sus editores/as a fin de garantizar que los costos iniciales para la publicación y distribución de los primeros libros están cubiertos.
La idea de Insensata es que la economía aportada para producir cada libro se recupere con las ventas, de manera que se consiga que esas ventas puedan sufragar el costo del siguiente libro, y así convertir a Insensata en un proyecto sostenible.
Por tanto, en el caso de Insensata y sin prejuzgar el modelo de trabajo de otras compañeras en la labor editorial de construir cultura, junto a autoras, ilustradoras, distribuidoras, imprentas, diseñadoras/maquetadoras, librerías y otros tantos oficios que participan en la creación de un libro, no nos proponemos la venta de libros como una actividad capitalista, sino como una suerte de ejercicio cooperativo en que las lectoras y lectores se suman al proceso de edición de un libro sufragando su compra con una pequeña cantidad económica.
Como cualquiera que tenga una idea aproximada de la infraestructura necesaria para producir un libro podrá calcular tentativamente, editar volúmenes en cartoné cosido, con impresión en offset, y sobrecubierta ilustrada, conlleva una economía total, tanto de materiales como de honorarios laborales y derechos intelectuales de las y los profesionales involucrados en cada fase del camino, desde las autoras hasta las librerías, que queda ajustadísima en el límite al precio final del libro que la editorial tiene fijado para cada una de las obras que publica. Insensata está comprometida con producir libros de calidad en materiales y en arte distribuyéndolos a su precio de costo.